Este Barça es de Europa League
El Bayern de Múnich se impuso por 3-0 al Barcelona en el Allianz Arena en el choque correspondiente a la jornada 6 de la fase de grupos de la Champions League
Thomas Müller, Leroy Sané y Jamal Musiala hicieron los goles del Bayern que mandan al Barça a la Europa League
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Jueves. Europa League. Esas son las tres palabras que rodean la mente de cualquier aficionado del Barcelona. Los azulgranas ni se acercaron a rozar el milagro y cayeron con un contundente 3-0 en Múnich. El Bayern, a medio gas, fue demasiado para el equipo de Xavi Hernández y hace abrir los ojos a los culés para ver la auténtica realidad deportiva del club azulgrana. Además, el Benfica ganó al Dinamo de Kiev, así que toca cambiar el chip y acostumbrarse al himno, desconocido para el Barça, de la nueva competición que le tocará jugar a partir de febrero.
La final de Múnich, bajo la nieve, con el estadio vacío y sólo valía ganar contra un equipazo. Ni en las mejores historias se podía describir un escenario así, pero no todas las narrativas tienen finales felices. Como en Romeo y Julieta, el amor entre el Barça y la Champions League acabó. Desde hacía 20 años no ocurría que los azulgranas se despidiesen de la máxima competición continental en la fase de grupos. Ahora toca pensar en la Europa League y acostumbrarse a lo que es más duro aún: jugar los jueves.
El milagro había que obrarlo sin futbolistas importantes como Ansu Fati o Pedri. Y sabiendo el poderío del Bayern, Xavi Hernández optaba por lo que parecía una línea de cinco defensas en la que estaban Dest, Araújo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba, pero el el ex del Ajax estuvo más como extremo en algunos momentos. Por delante, en el trivote, Sergio Busquets, Gavi y Frenkie de Jong. Como hombres más adelantados, Memphis y Ousmane Dembélé, que volvía a ser titular 200 días después. En la portería Ter Stegen, que vivía ese duelo particular y morbosa contra Neuer, pugna que mantienen también en la selección alemana.
Todo el mundo sabía que el milagro, la proeza, la machada, como lo quieran llamar, sería una misión imposible, pero, al fin y al cabo, esto es fútbol y nunca se sabe. Pero cuando todo pinta tan mal poco se puede esperar. Y eso que el Barça salió a morder, pero desde que rodó el balón se vio esa superioridad física y de fútbol que poseen los germanos. El Bayern pudo aprovechar un error gravísimo de Ter Stegen, pero Busquets supo hacer una falta táctica por la que, en la barrera, acabaría llevándose un balonazo en toda la cara.
Todo cuesta arriba
Mientras que el Barça trataba de hacer daño al Bayern llegó el primer gol del Benfica en Lisboa. Ya se ponía todo cuesta arriba para los de Xavi Hernández, que encima veían cómo los hombres de Julian Nagelsmann iban haciéndose dueños y señores de la posesión y del control del partido. Algún destello ofrecía Dembélé por la banda izquierda, pero sus centros nunca encontraban a ningún rematador y sin tiros a puerta, ese gran mal que persigue a los azulgranas este curso, no se puede ganar ningún encuentro.
La posesión del Bayern no se terminaba de convertir en un peligro auténtico porque siempre Piqué o Araújo lo repelían, pero era difícil mantener ese ritmo. Una de las peores noticias de la noche llegaba con la lesión de Jordi Alba, que había llegado muy justito al partido y tuvo que ser sustituido por Óscar Mingueza. Encima, el Benfica marcaba el 2-0 y los culés comenzaban a ser conscientes de que necesitaban una victoria que no conseguirían ni aunque el partido durase 5 horas.
Porque pasada la media hora Thomas Müller golpeó a los azulgranas. Jugadón de Lewandowski que terminó con un balón colgado al segundo palo, donde apareció el mediapunta alemán como un avión para rematar. Araújo logró sacar el balón sobre la línea, pero el reloj del árbitro es como el algodón: no engaña. Gol y 1-0 para el Bayern que condenaba prácticamente a la Europa League a los pupilos de Xavi Hernández.
Sané y Musiala matan el partido
Si lo que tenían que conseguir los culés antes del partido era un milagro, lo de ahora no sabría ni cómo calificarlo. Y si encima Ter Stegen se zampa un misil de Sané desde la frontal del área, pues más complicado todavía. Al descanso, como es obvio, todo eran caras largas, no podía ser de otra manera. El Bayern le estaba dando un bofetón de realidad al Barça, que ya debe aprender a no crearse falsas ilusiones porque con lo que tiene ahora mismo están jugando en otra liga muy diferente a la que ha competido en los últimos años. Sólo hay que mirar su posición en la competición española y ahora en la Europa League.
En el intermedio Xavi hizo otro movimiento: Nico entraba por Dest. El juego se reanudó y el Barça siguió intentándolo con sus armas, sin pólvora, pero por lo menos hubo algo de actitud. El Bayern, la verdad, que con muy poco llegaba y parecía que por momentos levantaban el pie del acelerador porque daba la impresión de que tampoco querían hacer tanto daño. El principal motivo, Memphis es incapaz de generar peligro, De Jong recordaba a Luuk, Ter Stegen está a años luz de su mejor versión…
Y si el Bayern metía un poco de velocidad e intensidad veía portería. Una internada de Coman por la banda izquierda de los bávaros acabó con un centro desde la línea de fondo que fue directo a Musiala de entre todos los defensores culés que había. El joven mediapunta sólo tuvo que meter el pie para mandar al fondo de la red el cuero y poner el 3-0. Este gol llegó a la hora de juego, a saber cuántos aficionados del Barça seguían viendo el partido por la televisión.
Riqui Puig y Coutinho saltaron al terreno de juego y Frenkie de Jong y Dembélé dejaron el campo. Que el francés no se lesionase podría ser el punto positivo a sacar de este partido, porque del resto, poca cosa más. Eliminados de la Champions, a más de 15 puntos del Real Madrid en la Liga, la falta de gol, la ausencia de identidad, la fragilidad defensiva… y así una larga lista de puntos débiles que están castigando a un Barça al que no le ha cambiado la cara pese a la llegada de Xavi.